BREVE HISTORIA

BREVE HISTORIA DE LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN SAN SEBASTIAN DE GARABANDAL

San Sebastián de Garabandal, es una localidad montañesa, ubicada en el noroeste de España, a 78 Km. de la ciudad de Santander y 30 Km. de la costa. Está situada en lo alto de una montaña, a 697metros sobre el nivel del mar, y a la falda de una cadena montañosa denominada Peña Sagra. El único acceso rodado para llegar, es a través de una carretera con pronunciada subida, que une el pueblo de Cosío con Garabandal, distante a 5 Km.
San Sebastián, nombre con el que los lugareños de las poblaciones cercanas, hacen referencia a Garabandal, cuenta en la actualidad con 102 habitantes. Casas de piedra, algunas de ellas blasonadas de los siglos XVI y XVII, lavadero, estrechas calles empedradas y rodeada de montañas, imprimen a San Sebastián ese “aspecto rústico y hogareño” de un pequeño pueblo montañés, con gran belleza paisajista y arquitectónica.
A la época a la que nos remontamos, año 1961, el único acceso que unía Garabandal con Cosío, era un camino sin asfaltar, dificultoso para el tránsito de vehículos, que se recorría habitualmente con carro, a lomos de burro o andando. Vivían en San Sebastián, unos 300 habitantes en unas 60 casas labriegas, que se dedicaban principalmente a la agricultura y ganadería. Mujeres, hombres y niños, compartían las labores en el campo. En la escuela “hoy Centro del Peregrino” se atendía a unos 80 niños.

El Principio de las Apariciones
Era la tarde del domingo 18 de Junio de 1961, cuatro niñas entre 11 y 12 años de edad, Conchita-Jacinta-Mari Cruz y Mari Loli, se encontraban en el lugar denominado como La Calleja, jugando y cometiendo “alguna que otra travesura” (cogiendo manzanas del árbol de la casa del maestro)
Estando entretenidas comiéndolas, escuchamos un fuerte ruido como de trueno. Y nosotras exclamamos a la vez: ¡Parece que truena! Eso sucedió a las ocho y media de la noche. Una vez terminadas las manzanas digo yo, ¡Hay que gorda!. Ahora que cogimos las manzanas que no eran nuestras, el demonio estará contento y el pobre Ángel de la Guarda estará triste. Entonces empezamos a coger piedras y a tirárselas con todas nuestras fuerzas al lado izquierdo. Decíamos ahí estaba el demonio. Una vez cansadas de tirar piedras y ya más satisfechas empezamos a jugar a las canicas con piedras. De pronto se me apareció una figura muy bella con muchos resplandores que no me lastimaban nada los ojos. Las otras niñas Jacinta, Loli, y Mari Cruz al verme en este estado creían que me daba un ataque, porque yo decía con las manos juntas: «¡Ay! . . . ¡Ay! . . .» Cuando ellas ya iban a llamar a mi mamá se quedaron en el mismo estado que yo y exclamamos a la vez: «¡Ay, el Ángel!». Luego hubo un cierto silencio entre las cuatro… y de repente desapareció. Al volver normales y muy asustadas corrimos hacia la Iglesia, pasando de camino por la función del baile que había en el pueblo. Entonces una niña del pueblo, que se llama Pili González nos dijo: — ¡Qué blancas y asustadas estáis! ¿De dónde venís? Nosotras muy avergonzadas de confesar la verdad le dijimos: — ¡De coger manzanas! Y ella dijo: — ¿Por eso venís así? Nosotras le contestamos todas a una: — ¡ES QUE HEMOS VISTO AL ANGEL! (Diario de Conchita)
Lo ocurrido llegó a oídos de la maestra, que fue rápidamente a ver a las niñas
En aquel mismo momento llegó la señora maestra toda asustada y en seguida nos dijo: — Hijas mías, ¿Es verdad que habéis visto al Ángel? — ¡Sí señora! — ¿A la mejor es imaginación vuestra? — ¡No, señora, no! Hemos visto bien al Ángel.(Diario de Conchita)
Hubo muchos comentarios en los días siguientes, tanto en las casas de las cuatro niñas como en el resto del pueblo. Durante los días siguientes se repitieron las visitas del Ángel que, en silencio las miraba y sonreía. Los habitantes de Garabandal, comenzaron a reunirse con las niñas, al caer de la tarde para rezar el rosario a la espera de la aparición

El 1 de Julio 1961, sábado, el Ángel rompió el silencio, y les dijo:
Vengo a anunciaros la visita de la Virgen bajo la advocación del Carmen, que se os aparecerá mañana domingo. Nosotras muy contentas le dijimos: — ¡Que venga pronto! El se sonreía, entonces le dijimos: ¿Qué significa ese letrero que tú traes? —Ya os lo dirá la Virgen. Ese día nos habló de muchas cosas. Estuvo dos horas y se nos hizo dos segundos. Después nos dijo: —Volveré mañana con la Virgen. Y se marchó. El Ángel tenía un vestido azul largo suelto, sin cinto, las alas rosas claras, bastante grandes, muy bonitas, su carita ni larga ni redonda, la nariz muy guapa, los ojos negros y la cara trigueña, las manos muy finas las uñas cortadas, los pies no se le ven.(Diario de Conchita)

Al día siguiente, domingo 2 de Julio 1961, como la noticia se había divulgado por los alrededores, acudió al pueblo mucha gente deseosa de ver lo que allí, “decían” que iba a pasar. Entre la gente, habían sacerdotes y médicos.
Eran las 6 de la tarde. Nos fuimos a la Calleja a rezar el Rosario, sin llegar allá se nos apareció la Virgen con un Ángel a cada lado. Venían con Ella dos Ángeles, uno era San Miguel y el otro no sabemos. Venía vestido igual que San Miguel, parecían mellizos. Al lado del Ángel de la derecha, a la altura de la Virgen, veíamos un ojo de estatura muy grande. Parecía el ojo de Dios. Ese día hablamos con la Virgen mucho y Ella con nosotras. Le decíamos todo: que íbamos todos los días al prado, que estábamos negras, que teníamos la hierba en morujos etc. . . . Ella se reía ¡como le decíamos tantas cosas! . . . Rezamos el Rosario viéndola a Ella y Ella rezaba con nosotras para enseñarnos a rezarlo bien, y cuando terminamos el Rosario dijo que se iba. Entonces nosotras le dijimos, que estuviera otro poquitín, que había estado muy poco. Ella se reía y nos dijo que el lunes volvería. Cuando se fue, a nosotras nos dio mucha pena (Diario de Conchita)
Y volvió no solo al día siguiente, sino en centenares de encuentros.
En ocasiones, a lo largo del día y de la noche. Las niñas, sabían perfectamente cuando iban a tener aparición, gracias a lo que ellas mismas denominaban “las tres llamadas”.
Son tres llamadas: la primera es una alegría más pequeña, la segunda ya es algo mayor, pero a la tercera ya nos ponemos muy nerviosas y con mucha alegría. Entonces ya viene y nosotras íbamos a la segunda llamada porque si íbamos a la primera teníamos que esperar allí hasta muy tarde; porque de la primera a la segunda, tarda mucho.(Diario de Conchita):

El 4 de Julio 1961, la Virgen dio a las niñas su primer mensaje. Mensaje que no hicieron público hasta el 18 de Octubre.
La Virgen siempre sonriendo, lo primero que nos dijo fue: — ¿Sabéis lo que quiere decir el letrero que tenía el Ángel debajo? —No, no lo sabemos. —Dice ella: —Quiere decir un Mensaje que os voy a explicar para que el 18 de octubre lo digáis al público. Entonces nos lo dijo, y es el siguiente: (Diario de Conchita)
Nuestra Señora del Carmen«Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo, pero ant
es tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos nos vendrá un castigo muy grande»
Esto es lo que quería decir aquel letrero del Ángel y el Mensaje que dijimos el 18 de Octubre. Luego de decírnoslo se fue. Empezó a las seis y veinticinco minutos y se fue a las siete. Ella nos dijo todo esto el primer día pero yo no entendí nada. Al día siguiente nos dijo que Ella nos lo explicaría más tarde. Luego nos explicó qué quería decir el Mensaje y cómo lo teníamos que decir. Nos indicó que lo teníamos que decir nosotras en el portal de la Iglesia y que el 18 de octubre se lo comunicáramos a Don Valentín, para que lo dijera él, en los Pinos, a las diez y media de la noche.

En el mes de Agosto 1961, comenzaron las marchas extáticas. Las niñas caminaban en éxtasis hacia adelante y hacia detrás por las empedradas y empinadas calles de la aldea, con un crucifijo en la mano y sus ojos fijos todo el tiempo mirando a lo alto.

El 8 de Agosto de 1961, día en que las cuatro tuvimos visión, Loli, Jacinta, Mari Cruz y yo, había muchas personas y entre ellas el Padre Luis María Andreu y un seminarista, Andrés Pardo, y el Padre Royo Marín, Dominico. Era de noche cuando se nos apareció ese día la Virgen. A la salida del rosario nos pusimos en éxtasis las cuatro y empezamos a caminar hacía los pinos. Llegando allá, el P. Luis María dijo: ¡Milagro, Milagro! y se quedó mirando hacia arriba. Nosotras le veíamos bien, pues, en nuestros éxtasis no vemos a nadie, únicamente a la Santísima Virgen. Al día siguiente fuimos nosotras cuatro, a barrer la Iglesia y al estar barriendo vino la mamá de Jacinta muy asustada y nos dijo: —¡Se há muerto el Padre Luis Ma. Andreu! Nosotras no le creíamos pues lo habíamos visto el día anterior. Entonces, dejamos la Iglesia a medio barrer y nos fuimos a enterar con la demás gente. Nos dijeron que cuando ya se iba a morir sus últimas palabras fueron: —¡Hoy es el día más feliz de mi vida! ¡Qué Madre más buena tenemos en el Cielo! Después murió.(Diario de Conchita).
Esto aconteció en el camino que va a Reinosa a Camino de Aguilar de Campoo. Iba una caravana de unos cuatro coches y entre ellos iba el P. Luis María. En ese coche había otras tres personas más. El P. Luis María durmió durante un rato y al despertar dijo: —Qué sueño tan agradable he tenido. Ya no estoy ni siquiera cansado. Llegaron a Reinosa sobre las cuatro de la madrugada. Allí pararon todos los coches a la entrada del pueblo en una fuente. Descendieron de los coches para beber agua mientras el P. Luis permaneció en el suyo, con la puerta abierta, rodeado de las demás personas que le hacían preguntas sobre lo que habían visto. Al momento de salir quedó en el último lugar el coche en que viajaba el P. Luis María. Dentro de Reinosa, todavía, el P. Luis dijo: —«Estoy pleno de alegría. Qué regalo me ha hecho la Virgen. Qué suerte tener una madre así en el cielo. No hay que tener miedo a la vida sobrenatural. Las niñas nos han enseñado cómo hay que tratar a la Virgen. Para mí ya no puede quedar duda. Por qué nos habrá elegido la Virgen a nosotros? Hoy es el día más feliz de mi vida». Al decir esto levantó la cabeza. Como dejó de hablar le preguntaron: —Padre, le pasa algo? —y él respondió: No, nada, sueño. Y diciendo esto bajó la cabeza. El mecánico se volvió y al verle dijo: —Ay, el Padre está muy mal. Tiene los ojos vueltos. Allí mismo había una clínica. Nada se pudo hacer más que constatar la autenticidad de su muerte. No se conocía en él enfermedad ninguna. Murió, podríamos decir, sin agonía. Tenía en el rostro una leve sonrisa de felicidad. La historia de este padre y Garabandal no termina con su muerte. Las niñas han hablado frecuentemente con él, como Conchita nos dirá en su diario. Lo más sorprendente es que la Virgen le ha comunicado a Conchita que el día siguiente al milagro, este padre será exhumado y aparecerá su cuerpo incorrupto, tal como el mismo día en que lo enterraron.

En muchas ocasiones, cuando no habían Sacerdotes en el pueblo, el Arcángel San Miguel daba la Comunión a las niñas. El 22 de Junio de 1962, Conchita escribió en su diario: En vista de que tanto insistíamos a la Santísima Virgen y al Ángel para que se hiciera un milagro, el 22 de junio cuando iba a recibir la Sagrada Comunión de manos del Ángel me dijo: —Voy a hacer un milagro, no yo, sino Dios por intercesión mía y tuya. Y yo le pregunté: —¿En qué va a consistir? El me respondió: —Cuando yo te dé la Sagrada Comunión se te verá en la lengua la Sagrada Forma. Yo me quedé pensando un momento y le volví a preguntar: —¿Qué, cuando comulgamos no se nos ve la Forma sobre la lengua? El me dijo que «la gente no veía la Sagrada Forma, pero que el día que se hiciera el milagro, entonces sí la verían». Entonces, yo le repuse: —¡Pero entonces el milagro será chico. El se sonrió. Después de decirme esto, se marchó. Al primero a quien le conté lo que el Ángel me anunció sobre el milagro fue a un sacerdote llamado Don José Ramón García de la Riva. Ese mismo día se lo comuniqué también a Loli, Mari Cruz y Jacinta.
Una semana después oyó una voz que le dijo que el 18 de Julio iba a ser el Milagro o Milagrucu, como decía la niña. Desde el día 2 de Julio se empezó a conocer públicamente lo referente a este Milagrucu. En la madrugada del 19 de Julio de 1962, Conchita entró en éxtasis en su casa, y el ángel, como en otras comuniones, le dijo que rezara el “Yo pecador” y que pensara a Quién iba a recibir. La niña salió de la habitación y bajó las escaleras con las manos juntas ante el pecho, la cabeza echada hacia atrás y la boca entreabierta. Frente a la casa de su amiga Olguita, la vidente cayó de rodillas y tuvo lugar la comunión. – Pepe Díez, presente en el momento del milagro. Dijo que de pronto, sin que la niña hubiera movido ni la boca ni la lengua, brotó inexplicablemente una cosa blanca y redonda que parecía crecer. Otro testigo, asegura que la Forma era un cuerpo blanco del mismo tamaño y figura de las Formas normalmente utilizadas, tal vez más gruesa, algo esponjosa y adherida a la lengua. Calcula que el fenómeno duró entre 45 y 50 segundos.

Durante los dos primeros años, las manifestaciones del Cielo se multiplicaban sin parar. A partir de 1963, las niñas ya no tuvieron tantas apariciones como al principio y a veces el Cielo se comunicaba con ellas a través de locuciones interiores. Las peregrinaciones seguían fluyendo hacia Garabandal, con un aumento notable de peregrinos procedentes del extranjero. Al pueblo, llegaban auténticas `personalidades del mundo eclesial, periodistas, diplomáticos, escritores… Se dieron casos de conversiones notables y curaciones de índole físico y espiritual. La Santísima Virgen fue dando pruebas personales a los millares de peregrinos que allí acudían, especialmente a los sacerdotes.
El segundo y último de los mensajes públicos de Garabandal, fue dado mucho después, hacia el final de las apariciones. Con seis meses de antelación, es decir a finales de 1964, Conchita había anunciado —de parte de la Visión— que el 18 de Junio de 1965, ella tendría una aparición del Arcángel San Miguel. Esta larga espera permitió a numerosos extranjeros conocer el anuncio profético y poder así darse cita en Garabandal: asistieron franceses, belgas, alemanes y un gran número de estadounidenses. Numerosos españoles estuvieron presentes, naturalmente. Hacia las 23 horas y 30 minutos, Conchita, protegida por algunos jóvenes del pueblo y por un grupo importante de la Guardia Civil, se dirigió hacia la «Calleja». Ella atravesó entre la multitud, llegó al «cuadro,» y cayó de rodillas. Este éxtasis se prolongó por veinte minutos y pudo ser filmado por la televisión italiana y por el N.O.D.O. (Noticiero Español).

El 18 de Junio de 1965, el Arcángel San Miguel en nombre de la Virgen María, dijo así:
El Ángel ha dicho: Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi Mensaje del 18 de Octubre, os diré que este es el último. Antes la copa estaba llenando, ahora está rebosando. Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras El os perdonará. Yo, Vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente, y Nosotros, os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús.(Diario de Conchita)

Estos son los dos mensajes, que la Virgen dio al mundo en San Sebastián de Garabandal. El mejor resumen de Garabandal, lo hizo Monseñor Eugenio Beitia, en una nota magistral que publicó, pocos días después de esta Aparición (8 de julio de 1965): “…haciendo, sin embargo constar que no hemos encontrado materia de censura eclesiástica condenatoria ni en la doctrina, ni en las recomendaciones espirituales, que se han divulgado, ya que contienen una exhortación a la oración y al sacrificio, a la devoción eucarística, al culto de Nuestra Señora, en formas tradicionalmente laudables y al santo temor de Dios, ofendido por nuestros pecados…”

La Virgen, se apareció por última vez, a Conchita, el 13 de noviembre de 1965 y entre otras cosas le dijo: Será la última vez que me veas aquí, pero estaré siempre contigo y con todos mis hijos.(Diario de Conchita)

Muchos fenómenos extraordinarios sucedieron durante 1961-1965 en San Sebastián de Garabandal, que han sido recopilados en una extensa Bibliografía editada, vídeos y testimonios. Aquí solo hemos pretendido dar a conocer, lo que nos parece más importante “LOS MENSAJES DE LA SANTISIMA VIRGEN EN GARABANDAL”

Miles de Peregrinos, provenientes de diversos lugares del mundo, acuden todos los años a Garabandal; como lugar de oración, de retiro o de búsqueda espiritual.
La Iglesia, de momento, no se ha pronunciado sobre la sobrenaturalidad de las apariciones de San Sebastián de Garabandal. Pero en estos casos de “las apariciones”, la Iglesia debe ser muy cauta. Pero, es muy significativo que: San Padre Pio , Santa Teresa de Calcuta, San Pablo VI , Santa Maravillas de Jesús, Marta Robin y muchas más personas santas, apoyaron siempre la sobrenaturalidad de Garabandal.

Garabandal no es cosa pasada. Conchita, dice así: La Virgen Santísima me ha anunciado un milagro que Dios Nuestro Señor hará por su intercesión. Como el castigo es muy, muy grande, como lo merecemos, el milagro es también inmensamente grande como el mundo lo necesita. A mí me ha dicho la Virgen la fecha del milagro y en qué va a consistir. Debo decirlo ocho días antes a la gente para que venga. El Papa lo verá desde donde esté, lo mismo el Padre Pío. Los enfermos que asistan a él, sanarán y los pecadores se convertirán. Los que vean este gran milagro, que Dios Nuestro Señor hará por intercesión de la Santísima Virgen, no dudarán. Y ahora todos esperando ese gran día del milagro, para ver si el mundo cambia y el castigo no viene.(Diario de Conchita)
«Antes del milagro, me ha dicho la Virgen el día 1 de Enero, habrá un aviso para que el mundo se vaya enmendando. Y ese aviso es como un castigo. Es muy temeroso, para buenos y para malos. Para los buenos para acercarlos más a Dios. Y para los malos para avisarles que viene el fin de los tiempos. Y que son los últimos avisos. Es muy largo, no se puede decir por carta. Esto ya no la quita nadie de que venga. Es seguro. No sé el día ni nada de fecha». Se sentirá en todo el mundo. Vendrá antes del Milagro aunque ella no sabe cuándo. Se verá que viene de Dios. Su duración, la niña la desconoce. Conchita añade todavía que en el Aviso veremos todo lo que hemos ofendido a Dios con nuestros pecados y lo que hemos hecho con ellos en la Pasión del Señor. (fragmento de una carta de Conchita que lleva la fecha del 2 de junio de 1965)

Más información en :
https://www.garabandal.it/es/
http://www.virgendegarabandal.com/

Centro de Atención al Peregrino
San Sebastián de Garabandal
José Sánchez