Hoy 2 de Julio – 59º Aniversario

Domingo 2 de Julio de 1961 ( del diario de Conchita)
Fuimos a Misa y al Rosario. El Rosario fue a las 3 de la tarde. Nosotras después del Rosario nos fuimos por la carretera abajo, porque ese día llegaban unos hermanos míos e íbamos a ver si venían. Son cinco kilómetros de San Sebastián a Cossío, anduvimos cuatro. Como la gente nos conocía porque íbamos las cuatro juntas y como nos habían visto en fotografías nos paraban y nos hacían regalos, cajas de bombones, caramelos, etc. . . . muchas cosas. Como estábamos ya muy lejos del pueblo, decidimos regresar. Algunos del pueblo bajaron a caballo a buscarnos. Pero una persona conocida, nos vio y nos dijo si queríamos subir que ellos nos llevarían al pueblo. Nosotras le dijimos que sí, pues mis hermanos no vinieron. Cuando llegamos al pueblo nos estaba esperando mucha gente y sacerdotes. Ese día habían ido 10 u 11 sacerdotes, médicos, un Abad y muchos coches

Eran las 6 de la tarde.
Nos fuimos a la Calleja a rezar el Rosario, sin llegar allá se nos apareció la Virgen con un Ángel a cada lado. Venían con Ella dos Ángeles, uno era San Miguel y el otro no sabemos. Venía vestido igual que San Miguel, parecían mellizos. Al lado del Angel de la derecha, a la altura de la Virgen, veíamos un ojo de estatura muy grande. Parecía el ojo de Dios.
Ese día hablamos con la Virgen mucho y Ella con nosotras. Le decíamos todo: que íbamos todos los días al prado, que estábamos negras, que teníamos la hierba en morujos etc. . . . Ella se reía ¡como le decíamos tantas cosas! . .
Rezamos el Rosario viéndola a Ella y Ella rezaba con nosotras para enseñarnos a rezarlo bien y cuando terminamos el Rosario dijo que se iba. Entonces nosotras le dijimos, que estuviera otro poquitín, que había estado muy poco. Ella se reía y nos dijo que el lunes volvería. Cuando se fue, a nosotras nos dio mucha pena.
Entonces algunas personas nos iban a besar y a preguntarnos lo que nos había dicho. Otras, no lo creían porque decían que cómo la Virgen iba a hablar tanto pues le contamos muchas cosas. Pero la mayoría sí creía porque decían que era como una Madre que hace mucho que no la ve su hija y le cuenta todo. Con mayor razón nosotras que no la habíamos visto nunca y además ¡era nuestra Madre del cielo!
Nos llevaron a la sacristía y un Padre que se llama D. Francisco Odriozola nos preguntaba a una por una y después decía a la gente lo que nosotras le habíamos dicho. Así se terminó el día 2, domingo, ¡día muy feliz! porque hemos visto por primera vez a la Virgen. Con Ella estamos todos, siempre que queramos.

La Virgen viene con un vestido blanco, manto azul corona de estrellucas doradas, no se le ven los pies, las manos estiradas con el escapulario en la derecha, el escapulario es marrón, el pelo largo color castaño oscuro ondulado, la raya en el medio, la cara alargada, la nariz alargada fina, la boca muy bonita con los labios un poquito gruesos, el color de la cara es trigueño, más claro que el del Ángel, diferente a la vez, muy bonita, una voz muy rara, no sé explicarla, no hay ninguna mujer que se parezca a la Virgen ni en la voz ni en nada. Algunas veces trae al Niño en brazos muy chiquitín como un nene recién nacido, una carita redonda, parece el color como el de la Virgen, una boquita pequeña, el pelín un poco largo, rubio, unas manos pequeñas, un vestido como una túnica azul.