Testimonio de Beatriz

Quería dejar mi testimonio para que todos aquellos que tengan dudas de fe crean, aunque sea un poquito, y los que no crean que la Virgen de Garabandal les ilumine para que puedan sentir la alegría que experimenta el alma cuando vivimos esperanzados y apoyados en ELLA.

He estado en Garabandal dos veces, una en agosto pasado y otra a principios de este año 2017. Las dos veces con mi hermana y con mi hijo, pasando unos días de vacaciones, acudimos a esa bendita aldea ilusionados y con muchas ganas de aprovechar el tiempo en oración y en compañía de la Santísima Virgen.

ELLA nos concedió la gracia de no querer abandonar la aldea, de querer estar todo el tiempo allí arriba en los pinos rezando y en su compañía, y al volver a casa la necesidad de orar y de aceptar siempre la voluntad de su Hijo, de acudir más a Misa, de visitarle más, de Adorarle en el Sagrario, de aprovechar más esa Infinita Bondad que nos concede siempre el perdón de nuestras faltas y que está ahí con sus manos extendidas para que nos agarremos a ellas y no le soltemos.

Que bien se está en Garabandal !!!!, es la Virgen que acoge al peregrino, cuando subes por la calleja, esa cuesta empinada y pedregosa en donde tuvieron lugar tantos encuentros de las niñas con la Santísima Virgen es tal la alegría que se siente, que la subida no se hace penosa, al revés, el alma rejuvenece, se vigoriza y enseguida llegamos a la cima donde al final del camino nos espera la Virgen.

En esta segunda visita hemos experimentado el gozo y la alegría de estar cerca de ELLA, una Madre que acoge, que conforta, que consuela, que protege y que nos ama con su Inmaculado Corazón.

Gracias Madre, por habernos invitado una vez más, por haber puesto en nuestro camino a personas maravillosas, que nos han ayudado y nos han servido de vehículo para llegar a Ti, por las que nos dieron hospedaje y por los amigos que hicimos.

Gracias mil por el Padre Rolando, por sus homilías y por su buen corazón, que tanto bien nos han hecho.

Seguro que volveremos!!!